Toda empresa con la ayuda de su departamento de recursos humanos crean perfiles o enlistan los criterios básicos para seleccionar el personal que trabajará con ellos.
Las personas que ya llevan mucho tiempo dentro del campo laboral sienten preocupación de ser remplazadas por los nuevos profesionales, sin embargo, los jóvenes recién graduados carecen de algo tanto imprescindible para las empresas llamado: “experiencia”.
El 70% de las ofertas laborales publicadas en los portales de reclutamiento o los clasificados de un periódico solicitan experiencia de 1 a 3 años en el área como mínimo. Los jóvenes suelen cuestionarse por esta limitante, debido a que no encuentran la oportunidad para iniciarse.
Las empresas hacen ese filtro debido a que estar instruyendo desde los elementos básicos a su personal, eleva los costos de contratación. Contar con experiencia en el área, será una de las cualidades que cualquier empresa valorará en ti.
En Nicaragua, el 70 % de la población tiene menos de 30 años, es decir que las mayores oportunidades de empleo deberían ser para los jóvenes, pero aquí se entra en la disyuntiva donde uno de cada tres jóvenes en el mundo está buscando trabajo pero no encuentra.
En Nicaragua, el mayor nivel de empleo juvenil se encuentra entre los hombres, pues 8 de cada 10 hombres están empleados, mientras que solo 4 de cada 10 mujeres jóvenes están trabajando, de acuerdo a El Programa Nacional de Trabajo Decente (PNTD) Nicaragua 2008 – 2011.
La falta de oportunidades de empleo, pone en ventaja a aquellos jóvenes que poseen ciertas cualidades que marcan la diferencia, entre ellas encontramos:
Preparación Académica: las mayores y mejores oportunidades son dadas a los jóvenes que cuentan con una carrera universitaria completada, o que al menos se encuentran en proceso de finalización, a las personas que hablan más de un idioma y que están en miras de estudiar un posgrado y a los que hacen del internet su diario vivir.
Pero una hoja de vida no es suficiente, la persona debe saber desempeñar su puesto laboral, la eficiencia de una profesional está enmarcada no sólo en sus conocimientos académicos, sino en la precisión y la eficacia de su trabajo, el mundo es de los que están abiertos al cambio y al aprendizaje constante. La empresa valora a aquellos sujetos propositivos y eficientes.
Conocimientos actualizados: haber terminado su carrera universitaria en los últimos años, o haber aprendido un oficio con la maquinaria actual, hace que el empleador considere conveniente contratar a un joven versus una persona mayor que lleva 15 años o más sin capacitarse.
Compromiso y responsabilidad: Una persona que cambia constantemente de trabajo, daña su integridad profesional, pues, denota falta de compromiso y el contratante puede llegar a pensar que en cualquier momento abandonará la oportunidad brindada.
Los niveles de competencia laboral son altos a nivel mundial, las oportunidades laborales son pocas, pero poseer objetivos claros y comprometerse con la generación de resultados en la empresa desde su puesto de trabajo elevará el valor profesional de todo joven.
Autor: Tecoloco Nicaragua
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