Para establecer formalmente un vínculo laboral entre la empresa y el empleado es necesario firmar un contrato laboral. ¿Por qué hacerlo? En primer lugar, este documento establece por escrito los compromisos que adquieren ambas partes, por lo tanto, ninguno puede dejar de estampar su rúbrica, de lo contrario, quedaría inválido. En un contrato deben estar plasmadas todas las condiciones acordadas verbalmente al momento de negociar la incorporación a la empresa. Al firmar, por un lado, el trabajador reconoce sus responsabilidades como el horario en el que debe prestar sus servicios, así como las tareas o actividades que debe ejercer; mientras que para la contraparte, el patrono, con su rúbrica se compromete a pagar una cantidad de dinero por los servicios prestados por el empleado.
Si bien esos detalles son importantes, no son los únicos, ya que dentro de un contrato laboral también existe una serie de acuerdos que se respaldan. Uno de ellos es el periodo de prueba. Esta etapa sirve para que ambas partes “terminen de conocerse”, ya que durante dicho tiempo el empleado puede conocer más en detalle sus responsabilidades, el ambiente laboral generado por la organización y las exigencias del cargo, entre otras cosas.
La empresa, a través del lapso de prueba, tiene la oportunidad de conocer cómo responde la persona contratada, según las necesidades operativas. Se espera que la respuesta sea positiva, ya que en el proceso de contratación de una persona se invierte tiempo y recursos. El periodo de prueba no puede ser mayor de seis meses y durante dicho tiempo la persona tiene los mismos derechos y obligaciones que los demás compañeros que laboran en la compañía. Durante este tiempo de “aclimatación”, cualquiera de las partes puede rescindir la relación laboral sin alegar causa alguna ni emitir previo aviso, salvo que se haya pactado lo contrato.
Tipos
En cuanto a los tipos de contrato laboral, existe una considerable cantidad de ellos. El de tipo indefinido no establece un límite de tiempo para que el empleado realice un trabajo retribuido. El contrato de trabajo para la formación busca que el trabajador adquiera formación teórica y práctica necesaria para cumplir de forma adecuada un oficio o las labores de un puesto de trabajo que demande cierto grado de capacidad. El de duración determinada es un contrato laboral que establece un límite de tiempo para la realización de las funciones acordadas de forma clara y precisa, en jornadas que pueden ser de tiempo completo o parcial.
Cuando una persona con discapacidad ingresa a las filas laborales de una empresa, esta debe firmar un contrato que facilite su integración laboral. Mediante este, la empresa se obliga a dar estabilidad laboral, y en situación de despido debe ser sustituido por otros trabajadores con discapacidad. Cualquiera que sea el contrato que se firme, en estos deben quedar claramente establecidos los derechos a la promoción o ascensos, a no ser discriminado, a recibir respeto a la integridad física y a la intimidad y a percibir puntualmente la remuneración pactada, entre otros. Otro detalle a tener en cuenta es que por la patronal, no siempre firman los propietarios de las empresas, pues en algunas ocasiones lo hacen los gerentes o directores de recursos humanos pero esto no resta ninguna validez a lo estipulado dentro del mismo.
Autor: Tecoloco Nicaragua
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